Transformando Empresas




Nadie duda que los expertos en Desarrollo Organizacional han sido los primeros en alertar respecto de la importancia del concepto de Cambio. Al final de cuentas, todo el progreso del planeta se debe a las iniciativas tomadas por personas que NO estaban satisfechas con lo que existía hasta ese momento. Pero atreverse a cambiar las cosas, puede llevarnos a “consecuencias no anticipadas” como lo dejan muy en claro James March y Herbert Simon en su monumental trabajo (“Organizaciones” – 1958; Wiley & Sons). Y si exploramos un poco más, nos encontramos con el histórico consultor monárquico quien nos hace ver que el cambio es una de las tareas más difíciles para todos aquellos que intentan gobernar al punto que su propia caída – reinado puede estar en juego (Maquiavelo en “El Príncipe”).

Es por eso que muy pocos se atreven a cambiar. Pero resulta que hoy en día sostenerse en un mismo sitio, lleva de todas maneras a la extinción. Si uno no se mueve y pone en movimiento debe pensar en la frase que afirma que “Uno es una aplanadora o sino es parte del camino”. Para hacer las cosas aún mas complejas, los cambios ya no son simplemente “tradicionales” como los que hemos tenido que sobrellevar durante muchos siglos, sino que además son “transicionales”. Posiblemente la mayor parte de la literatura del último siglo ha tenido que ver con este estadio superior del Cambio, que de tradicional se ha convertido en ese entonces en transicional. Posiblemente al comienzo del desarrollo de la profesión de consultor y experto en D. O. ha estado ligado especialmente a los cambios de tipo transicional. Pero hoy en día los cambios son “Trnasformacionales” y pareciera que la mayoría de las personas no tenemos la virtud de la Serpiente que es capaz de transformar totalmente su piel, bajo un proceso “de rutina”. 

Tomado de la página:

No hay comentarios:

Publicar un comentario